domingo, 26 de mayo de 2013

Las Competencias de un Docente del siglo XXI




Las Competencias de un Docente del siglo XXI

Susana Loya Rivera
Universidad Tecnológica de la Babícora


En los últimos años se desencadenó la preocupación por garantizar que en los centros educativos se impartiera una enseñanza de calidad. En el ámbito educativo se han realizado varios estudios en torno al tema y uno de los puntos clave y sobre el que se ha resaltado mucho es el desempeño docente, siendo el profesor el sujeto en quien se concreta la ejecución de los objetivos formativos previstos en toda institución educativa por estar en relación directa con el estudiante.



La función que la escuela ha tenido históricamente ha sido la de preservar y transmitir la cultura a  las nuevas generaciones y el maestro ha sido la figura que ha encarnado la representación de los adultos  de la sociedad en esa misión. En el siglo que acaba  de concluir hubo grandes propuestas de modelos  educativos, que se desarrollaron con la finalidad de  que la herencia cultural que se transmite a las nuevas generaciones se diera de una manera más vivencial y participativa, intentando colocar al alumno en el centro del proceso educativo y concibiendo al educador no como aquel que enseña, sino como aquel que guía o facilita.
Sabemos que es evidente la necesidad de transformar radicalmente el sentido de la existencia del hombre y su capacidad de creación hacia una nueva cultura que haga posible la realización de la grandeza humana. Es así como se plantea el Enfoque basado en Competencias sustentado principalmente en tres pilares como el saber saber, saber hacer y el saber ser enfocados en el contexto de las realidades y desafíos que vive la humanidad ante su pasado, presente y su futuro.

Como podemos ver la educación basada en el desempeño, no sólo está centrada en el alumnado, sino también en el rol docente. Compromete a este en la modificación de su práctica docente, su manera de diseñar las actividades y estrategias, su planeación no como un mero requisito administrativo, sino como un referente de cómo conducir al alumno en la consecución de los objetivos, propósitos y en el desarrollo de sus competencias y conocimientos, de forma tal que les sirvan para enfrentar y responder a determinados problemas presentes a lo largo su vida. Es decir nos compromete a modificar nuestra actitud hacia las estrategias que utilizamos para conducir la enseñanza.







Sin embargo, se considera que el papel del docente es el de un agente de cambio que entiende, promueve, orienta y da sentido al cambio inevitable que nos transforma a todos. Lo que se pide de él es un compromiso con la superación personal, con el aprendizaje, con los alumnos, con la creación de una sociedad mejor y con la revolución educativa y social que se requiere urgentemente.

El docente y la docente deben comprometerse, mediante la reflexión constante sobre sus tareas, en espacios de construcción individual y grupal, y con aportes significativos, de forma tal que pueda enfrentarse con los numerosos dilemas y retos que se presentan en este milenio. El docente universitario, en esta nueva educación, desempeñará nuevas funciones, tales como acompañar, orientar y guiar el trabajo y la búsqueda del estudiante, promover el desarrollo integral, diseñar escenarios, procesos y experiencias de aprendizaje significativo; preparando a los estudiantes para que se adapten especialmente a la cultura moderna.



En los últimos años, la labor de los profesores se ha ido volviendo cada vez más compleja, ardua y desafiante, en especial frente a la falacia de que los maestros pueden ser desplazados eventualmente por el acelerado avance de las tecnologías de la información y al comunicación. Es así como hoy, justo en esta era de la internet es más importante su papel como orientadores de las nuevas generaciones.

Cada vez es menos frecuente que un profesor se limite simplemente a exponer un tema en clase. El avance del conocimiento y la innovación en los modelos pedagógicos están obligando al ejercicio docente como facilitador del aprendizaje, tutor, orientador educativo, diseñador de materiales didáctico, elaborador de instrumentos de evaluación, asesor y guía. De tal manera que es importantísimo contar con las competencias que menciona Philippe Perrenoud (2004) en su libro Diez Nuevas Competencias para enseñar y las de Miguel Zabalza, competencias del docente universitario (mostradas en la tabla), siendo todas ellas las que conforman una figura optima del docente.


AUTOR
COMPETENCIAS
Philippe Perrenoud
1. Organizar y animar situaciones de aprendizaje
2. Gestionar la progresión de los aprendizajes
3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación
4. Implicar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo
5. Trabajar en equipo
6. Participar en la gestión de la escuela
7. Informar e implicar a los padres
8. Utilizar las nuevas tecnologías
9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión
10. Organizar la propia formación continua

Miguel Zabalza
·         Planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje
·         Seleccionar y preparar los contenidos disciplinares
·         Ofrecer información y explicaciones comprensibles y bien organizada
·         Manejo de las nuevas tecnologías
·         Diseñar la metodología y organizar las actividades
·         Comunicarse – relacionarse con los alumnos.
·         Tutorizar
·         Evaluar
·         Reflexionar e investigar sobre la enseñanza
·         Identificarse con la Institución y trabajar en equipo.




Por lo tanto, no se trata de que los profesores realicen automáticamente cada una de estas tareas ni que renuncien a lo que básicamente son; se trata de que la originalidad del docente, a partir de una observación sistemática, apasionada e insistente sobre el aprendizaje de sus alumnos, encuentre en estos factores de  competencia un punto de partida firme, una vertiente que le ayude a configurar su capacidad expresiva y  creativa para que no se pierda en impulsos aislados.

Para concluir podemos decir que las competencias mencionadas anteriormente sobre la  competencia docente se concretan de acuerdo a la particularidad de cada profesor adaptándolas a su temperamento, energía creativa y responsabilidad, transformada en una auténtica herramienta optima de aprendizaje, capaz de implicar al estudiante universitario en su propia formación profesional.




REFERENCIAS
             ----Perrenoud, P. (1999). Diez nuevas competencias para enseñar. París: ESF.
·       ----Zabalza Miguel A. “Competencias docentes del profesorado universitaria. Calidad y desarrollo profesional”. Narcea, España. 2003


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